EL SUEÑO DE TODOS

¡Hola Amigos de Radiohouse.hn!

 

Comenzará a crecer la ilusión desbordante, la ilusión que le genera más alegría a un país donde el árbol de la felicidad suele no descargar abundantes frutos o suele darlos pero esporádicamente. Las eliminatorias de Concacaf se ponen en marcha en su etapa cuadrangular y no sólo eso, sino que lo más importante: Honduras comienza el camino más difícil, áspero y lleno de obstáculos hacia la gloria. Nuestro país ha experimentado una sana conducta, prácticamente un rebosante hábito de acudir a Copas Internacionales, situación que genera un sentimiento que hace diez años no teníamos, y qué lindo.

Comenzamos el camino en un grupo complicado, visitamos a Canadá y recibimos a México. He escuchado sobre una “operación cuatro” u “operación seis”, haciendo referencia a lograr en estos dos partidos 4 ó 6 puntos, pero el tema me parece en este caso no es sencillamente numérico, si bien es importante hacer cuentas, para lograr hacerlas debemos tener un sustento, una base, y esta base se logra en base a materia futbolística, entonces de aquí surge la interrogante: ¿Estamos listos?

Más que examinar a los rivales, debemos escanear nuestro sistema, examinar cada uno de los cuadrantes de nuestro juego, nuestra artillería, nuestros jugadores. ¿Tenemos el material para encarar las demandas que nos proponga este nuevo camino tan emocionante como complicado?, en principio te digo que si, pero sin tomar en cuenta la memoria reciente, pero ¿Estamos listo?, aquí la respuesta en NO. Hoy por hoy no se sabe con certeza el 11 ideal de la selección de Honduras, y no me refiero al 11 inicial que Jorge Luis Pinto pueda alinear contra Canadá o México, me refiero a los mejores, al 11 ideal, al mejor 11. Pero esperemos que en el camino este de defina y que para evitar ataques al corazón o golpes a la conciencia este sea el más capacitado.

Honduras no mostró un futbol elocuente, certero o específico en los últimos juegos de preparación propio de una selección que acudió a los dos últimas Copas del Mundo, es difícil determinar una línea de juego que me permita saber a qué vamos a Canadá o con qué le podemos apagar el ánimo a los mexicanos, de momento es más entusiasmo, apelando a la localía e individualidades de nuestros guerreros que a la seguridad de juego o fortaleza futbolística que debería ser la ídonea, pero Jorge Luis Pinto sabrá, confiamos en su experiencia, en el amor a la camiseta de los jugadores y un Olímpico de San Pedro Sula que será una caldera… Porque he visto una particularidad en muchos compatriotas que dejaron de creer en equipos de primera división y aunque les parezca una liga rudimentaria, hay un equipo que apoyan sin importar complejos, la Selección Nacional de Honduras.

En fin pronto será el momento en que se acaben las palabras, las discusiones, los debates que quedarán en el olvido, palabras que el viendo devora, para que se ponga en marcha la acción y a partir de ese pitazo inicial comencemos a hablar en serio, a jugarnos la vida.

La eliminatoria hacia 2014 a comienzos del camino jugamos en Canadá, algo similar a lo que sucede en el presente, aquella ocasión salimos fue en la segunda fecha de la Cuadrangular con un 0-0, con un fútbol espantoso, sin alma y que en sí, fue un punto bien logrado pero con un mal sabor de boca. Tenemos las herramientas para ver el pasado, corregir errores y saber qué nos depara.

En fin, comienza el sueño, comienzan las publicidades, comienzan los programas deportivos a incrementar la emoción generalizada, la ansiedad va generando un mostruo interior, la hiperactividad incrementa, volvieron las eliminatorias. No es la Copa Oro, no es la Copa Uncaf, es la Copa del Mundo lo que está en juego y esto debe replantearse en nuestra mente como una idea constante, porque los jugadores se parten el alma, dejan la piel en la cancha, y quizás hacen la mayor parte del trabajo directo pero la felicidad incluye a todos y todos tenemos que armar un ambiente fantástico para que el positivismo albergue en el bienestar común.

Juguemos como nunca, es una nueva oportunidad para brillar, los grandes desafíos fueron creados para los grandes guerreros, me encanta ilusionarme, me encanta subir a lo más alto, me encanta tanto ser parte de este proceso que hasta cuando tocamos fondo lo tomo como un desafío, porque caemos todos juntos, y pronto todos nos levantamos, que la fiesta comience que predomine el espectáculo y el juego limpio.

Que la sinfonía del fútbol se toque en notas cinco estrellas, que la pasión alimente y decore el camino al platillo más exquisito para el alma: La Copa del Mundo.

 

¡Abrazo de gol y nos leemos el otro Miércoles!