Lo ocurrido ayer en París dentro de la sinrazón y el montón de cuestionamientos que nos deja como seres humanos, plantea a occidente un reto para la reconducción de su modus operandi e intervención en otros países.
Como escribe el gran Arturo Pérez Reverte, occidente había olvidado el horror generado por las dos guerras mundiales que enfrentó y esa desmemoria nos ha dejado indefensos ante lo ocurrido el día de ayer en la capital francesa.
Todos recordamos con horror lo ocurrido el 11S e incluso un servidor como este vivió muy de cerca el 11M que supuso el mayor atentado terrorista en la historia de España.
Al Qaeda responsable de aquellos atentados fue un grupo de “hijos de puta” que occidente creó para combatir al “enemigo comunista” y que unos años más tarde se volvería contra su “patrón”, pero en aquel momento eran nuestros “hijos de puta”. Las guerras de Iraq y Afganistán sirvieron solamente para devastar estos dos países y generar más “anticuerpos” hacia occidente.
El último grupo de “hijos de puta” se fraguó para la primavera árabe, occidente cansado de Gadafi en Libia, Mubarak en Egipto y Al Assad en Siria, “nuestros hijos de puta” bien equipados como mercenario por occidente, con armas de última generación devastaron esta región de medio oriente en el nombre de la democracia según occidente y en el nombre de Alá según ellos.
El resultado del experimento, guerras civiles, migraciones y un odio hacia occidente que se refleja en los actos crueles y de sin razón que tuvieron su último episodio ayer.
Los “iluminados” de ayer no son esos refugiados que llegan estos meses a Europa procedentes de Siria, Iraq, etc, ya que ellos huyen del mismo horror que hoy sufre occidente. Estos tarados son franceses de nacimiento, de segunda o tercera generación probablemente, a los que el sistema ha marginado bajo unas normas no escritas de racismos y xenofobia que todavía existen en Francia la libre y la heroica como dicen por ahí.
“Nuestros hijos de puta” nos han golpeado duro, no se trata de religión ni de ideologías porque todas las religiones se basan en el amor y las ideologías se basan en la razón, elementos de los que carecen estos tarados.
Ayer murieron padres, madres, hijos, hijas, hermanos, hermanas, amigos, personas que no volverán, porque nos sigue faltando memoria para recordar el horror, empatía para entender las diferencias, hemos perdido la razón y se nos ha olvidado amar en occidente y en oriente medio, descansen en paz.