EL DIEGO AZUL

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El fútbol lo hacen los jugadores en sí, ellos son los pricipales actores del mismo, pero los proyectos, esos que usualmente no son respetados y que la mayoría de los equipos terminan antes de lo previsto son la línea recta hacia el éxito si este se conjuga de trabajo, disciplina y por qué no decirlo, suerte.

El proyecto de Motagua comenzó el 22 de Noviembre de 2013 cuando fue presentado un personaje conocido pero esta vez sentado en el banquillo, comenzaba con una de las dudas más grandes que el ámbito azul profundo podía preguntarse. ¿Diego Vásquez DT de Motagua?, la conciencia reciente no ameritaba un técnico novato, un técnico desconocido en dicha posición, porque debajo de los tres palos si que era conocido pero como entrenador no. Cuando Vázquez comenzó su aventura en el banquillo del ciclón tuvo muchos obstáculos, tomando en cuenta el ámbito dentro y fuera del equipo. La aceptación no fue la mejor al comienzo, ni en el público, tampoco como él ha expresado en muchas ocasiones “No tenía buena prensa”. Todo esto en poco más de dos años ha cambiado, hoy Diego Vásquez se ha ganado un lugar relevante en la historia del mimado, es el Diego Azul, respetado y querido.

Al tiempo de su contratación, Motagua se encontraba en una de sus lagunas acostumbradas pero que no correspondían a su historia, Motagua solía rondar y acariciar las últimas posiciones de la tabla, de hecho cuando recibe al equipo, los azules venían de salir novenos de la mano de Vidakovic. A partir de entonces todo cambió, se vió un cambio casi institucional. El objetivo estaba y no podía perderse de la mente ni un segundo. Motagua tenía que volver a ser protagonista.

En el primer torneo a su mando Motagua desplegó poco fútbol, quizás era más ímpetu, más ganas pero la alineación aún no se encontraba, los jugadores no se encontraban, sin embargo en base a hacer prevalecer la localía, le alcanzó a Motagua para clasificar a la liguilla, luego una serie fatídica vs Marathón hacía terminar los sueños de la Barbie. No importó, el caminó siguió para el siguiente torneo, porque aunque se quedó en la serie de repechaje, el sentimiento azul era de vuelta a los grandes lugares, donde las luces suelen destacar lo más admirable, y sin querer, se intuía que algo bueno podía pasar si el proyecto continuaba.

Así comenzó el siguiente torneo, donde las primeras jornadas no terminaban de ejecutar lo que se pensaba, dos derrotas y por goleada frente a dos clásicos rivales sembraban dudas, sembraban decepción y la sensación de que lo mismo continuaría, la misma historia de siempre, pero las águilas recibieron un empujón anímico quizás hasta inesperado, y creo que de ese partido en más, la situación mental cambió en un equipo que estoy seguro necesitaba ese empujón: 5-0 ante Real España. Lo digo así porque creo que en los proyectos por más largos que sean siempre hay un punto de inflexión, para bien o para mal, un punto que te hace creer que lo que estas haciendo está bien o lo estás haciendo mal, para Motagua fue el primer caso. Ese partido fue ese empujón para jugadores, afición, dirigentes pero desde aquí afuera, puedo asegurar que para Diego Vásquez fue un tanque de oxígeno inmenso. Motagua después sería Campeón, Motagua recobraba la memoria y con fútbol.

Al siguiente torneo, Motagua tendría un paso constante y firme, un equipo establecido y goleador, todas las líneas equilibradas, pero porque en el fútbol todos juegan y todos quieren ganar, Motagua salió subcampeón.

Ahora en este torneo, Motagua con piezas diferentes sobre el campo de juego, con jugadores distintos pero apelando a la misma estrategia, los azules pueden conseguir la estrella 14.

Una estrategia compacta, un equipo en el que las piezas son claras, y la ejecución de partidos con una posicióm ofensiva, pues Motagua es el equipo más goleador del torneo, han hecho solidificar un proceso, una idea. Porque estoy seguro que Diego Vásquez sigue aprendiendo, los jugadores siguen aprendiendo, pero es mucho más fácil si en el aprendizaje tenes el apoyo de todos. Diego Vásquez cumplió su partido 100 a frente de Motagua con porcentaje de efectividad del 59.6%, que sería muy bueno para un técnico sin experiencia previa, extraordinario para ser su primera experiencia en Primera División.

Diego Vásquez ha sabido explotar jugadores que estaban dormidos en los laureles y con poco de atención se podían despertar, tal es el caso de Mayorquín, Figueroa, Reyna y han sabido explotar su potencial. Ha hecho tomar experiencia a jugadores que pueden ser prospectos a largo o mediano plazo para nuestra selección como Kevin Lopez, Deiby Flores o Marcelo Pereira. Así ha transcurrido la aventura de la Barbie en Motagua, una historia que en dos semanas puede firmar otro capítulo glorioso para el Azul Profundo.

Abrazo de gol y nos leemos hasta el otro miércoles.