Ante todos los pronósticos, el Honduras de El Progreso enfrentó al “Gigante”, llamado Motagua, y en un escenario que mete “miedo y pánico”, salió más que con vida, ya que ahora está con la convicción de ser mejor que el rival, y que puede convertirse en el nuevo campeón nacional.
La afición respondió al grito de “¡Queremos la 14!” y pintaron el estadio de Azul, para transmitirle temor al rival, y ánimos a sus jugadores.
Sin embargo, el Honduras de El Progreso miró a la bestia de frente, y se portó como un verdadero matador.
El inicio para el equipo progreseño fue el soñado, anotando a los cuatro minutos del primer tiempo, a través de un “viejo enemigo” que jugó el partido de su vida, el ex olimpista, Fredixon Elvir. El “Sueco” anotó otro tanto y participó en el gol de Franklin Morales.
Motagua también tuvo su gran figura, uno de los mejores delanteros de Honduras, Eddie Hernández. Demostró una vez más que debió ser considerado el atacante titular del club, desde que se unió nuevamente a la institución.
Dos goles y una asistencia de Hernández, no fue suficiente para que el local pudiera imponerse. Y eso, que el Honduras se quedó con uno menos, desde el minuto 11 del primer tiempo.
Al momento que Hernández anotaba el 2-1 para Motagua, al minuto 26, pensé que hasta ahí llegaría la lucha del visitante.
Pero no fue así, sino que vimos a un “Señor Equipo”, que terminó siendo mejor que su rival. Motagua tenía todo a su favor para llevarse la victoria. Es más, el HDP tuvo en Ángel Tejeda el gol del triunfo, que Marlon Licona terminó impidiendo.
Al final fue un empate 3-3 con sabor a “Gloria” para el Honduras de El Progreso, y una sensación de clara derrota del “Ciclón”.
Aún faltan 90 minutos, y ahora cambia la historia. Ahora es el Águila es el que debe enfrentar a un equipo que viene motivado, y que jugará en una cancha que conoce como la palma de su mano.
Héctor Castellón merece mucho reconocimiento por lo que ha logrado con este equipo, cuya base se ha mantenido desde hace más de 2 años. Castellón le mostró el camino a su equipo para poder ser los mejores.
Honduras de El Progreso tuvo orden defensivo, tuvo paciencia, tuvo agallas, y lo que más me gustó, un buen trato de la pelota, cuando tuvo que hacerlo. En el segundo tiempo, los progreseños cortaron los circuitos de ataque de Motagua, gracias a esa estrategia de Castellón.
¿Será el estadio Humberto Micheletti donde levante la copa el equipo progreseño? Ahora ellos tienen la ventaja de jugar en casa, y veremos si pueden terminar de liquidar al “Gigante”.