Feliz cumple 82… Viejo Lobo, Loco, Leyenda

A Juan Ramón Molina me lo presentó Froylán Turcios, y luego Juan Ramón Molina me presentó a don Mario Hernán Ramírez.

Fue a través del libro Memorias de Turcios que conocí al genio de Molina, y cuando quise conocer más del autor de PESCA DE SIRENAS, LA CALAVERA DEL LOCO Y SALUTACIÓN A LOS POETAS BRASILEIROS, descubrí que no hay en Honduras alguien que lo conozca mejor que don Mario.

Como El Quijote, don Mario quedó medio loco de tanto leer, en este caso, los poemas de Molina.

En un artículo escribí alguna vez que don Mario desayuna, almuerza y cena a Molina. Se me olvidó agregar que también es su postre.

Nos hicimos amigos a pesar de la brecha en años -él cumple hoy 82 y yo tengo 44-, y entre nosotros nació un cariño fuerte, genuino y sincero que Molina, desde la inmortalidad, se encarga de alimentar cuando nos encontramos o platicamos por teléfono.

Aunque en su juventud ocupó altos cargos que bien lo pudieron hacer millonario, don Mario vive con modestia en una casa hasta el tope de libros, reconocimientos y fotografías y dibujos en los que aparece siempre sonriente y con la mirada transparente, como corresponde a los hombres honestos.

Periodista (de radio y prensa escrita), conferencista, historiador y escritor, uno pierde el sentido del tiempo cuando él comienza a contar historias, y la sala de su casa en la colonia San Ángel se llena de personajes, fechas, datos y anécdotas que él recuerda gracias a una memoria prodigiosa.

Ha escrito: Calendas I, II, III y IV, Gargantas de Oro, locutores de Honduras; El sabor de la pobreza y algo más; Un poeta y trece locos y Datos biográficos de Magda Argentina Erazo.

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                                                    Don Mario y su hija Gabriela con otro Mario: Don Francisco.

Todas los buenos adjetivos que se usen para describirlo se quedan cortos, pues don Mario es un ser humano extraordinario, de esos que no abundan en el país.

Su voz -vozarrón le llamo yo-, es una de las más poderosas y nítidas en la historia de la radiodifusión hondureña, y se mantiene casi intacta a pesar de los años.

“Son 29 mil 925 días lo que he vivido”, dice con una sonrisa.

“Soy puro indio de Comayagüela”, agrega. Y lanza otra sonrisa.

Trabajó durante 21 años en Emisoras Unidas (HRN y Radio Centro) y desde hace cuatro décadas dirige el Mensajero Informativo en Radio Comayagüela en horarios de 11-12 de la mañana y de 5 a 6 de la tarde.

También fue vocero durante 50 años del Partido Liberal.

“Ahora ya no tengo partido, porque quedé decepcionado desde que dio el golpe de Estado y porque el partido me dio la espalda en los momentos en que más lo necesité”, dice.

Tiene: once hijos, veintitrés nietos y cinco bisnietos.

Cuando lo conocí, me dijo que su deseo era llegar a los ochenta años. Yo le digo en broma que llegará a los cien… y un poco más. Y se va acercando poco a poco…

Don Mario ha sobrevivido a derrames, infartos, a una ceguera que es casi total, caídas y, más recientemente, una bronconeumonía.

Pero ya está en casa, sentado como un patriarca o un moderno Job que no se doblega ante nada.

A Juan Ramón Molina me lo presentó Froylán Turcios, y luego Juan Ramón Molina me presentó a DON MARIO HERNÁN RAMÍREZ.

Leyenda.

Loco.

¡Felicidades VIEJO LOBO DEL PERIODISMO y siga aullando con fuerza!