¿Por qué los hondureños somos “pije´” de amargados?

¿Qué determina que seamos uno de los pueblos más tristes del planeta, según EL INFORME 2016 SOBRE LA FELICIDAD MUNDIAL que acaba de publicar las Naciones Unidas?

¿Es la pobreza?

¿La corrupción?

¿La mala educación?

¿La falta de un vivienda digna?

Porque según ese informe, Honduras es el puesto 104 de 157 consultados.

Me llama la atención que aparezcamos en los últimos lugares, mientras que otros países con iguales problemas y preocupaciones, salgan mejor evaluados: Guatemala (39), Bolivia (59) y Perú (69).

Parece ser que ser feliz está determinado básicamente por la actitud de las personas. Porque solo así se explica que en los primeros diez lugares no aparezcan países que lo tienen “todo”: Alemania (16), Reino Unido (23), Japón (53), Rusia (56) y China (83).

El país más feliz del mundo, según este informe, es Dinamarca. En segundo lugar está Suiza. Les siguen Islandia, Norueda y Finlandia, lugares que no poseen, ni por cerca, nuestra alegría tropical, nuestras playas, nuestro sol, y que darían cualquier cosa por tener menos días de nieve y oscuridad, y más meses de calor.

Estuve en Suiza en 2006 y recuerdo que la gente era más bien fría, indiferente y hasta tosca en el trato. En otras palabras: nada que me dijera que eran más felices que nosotros.

Estados Unidos, el “paraíso” al que millones de personas desean llegar, es número 13, atrás de Canadá (6), Holanda (7), Nueva Zelandia (8), Australia (9), Suecia (10) e Israel, que vive en medio de las tensiones diarias de atentados terroristas (11).

Yo más bien encuentro en los hondureños una forma original de ver la vida y de enfrentarse a ella. Somos ocurrentes, ingeniosos, chabacanes, los reyes del doble sentido, relajeros…

Ahora bien. Después de 2009 -y la polarización de la sociedad-, nació una nueva especie, amargamente peligrosa y contagiosa: LOS QUEJOSOS.

Aunque lo diga la ONU se me hace difícil aceptar que somos uno de los países menos felices del mundo.

Las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales no tienen por qué ser determinantes. ¿O no se han fijado ustedes en personas que los tienen “todo” y son amagadas, arrogantes y vacías?

El estudio asegura que entre los menos felices están, además de Honduras…: Burundi (157), Benin (153), Afganistán (154), Togo (155) y Siria (156).

Costa Rica es la número 14, Puerto Rico (15), Brasil (17), México (21) Chile (24), Panamá (25), Argentina (26), Uruguay (29) y Colombia (31).

“La felicidad ofrece una mejor medida del bienestar humano que la medición de la educación, la salud, la pobreza, el ingreso y el buen gobierno por separado”, argumentan los editores del informe.

Y agregan que “Hay por lo menos siete ingredientes claves para la felicidad: las personas que viven en los países más felices tienen una esperanza de vida más larga, más apoyo social, más libertad para tomar decisiones en la vida, percepciones más bajas de corrupción, experimentan más generosidad y tienen un producto interno bruto más alto per capital”.

El informe sostiene, además, que “Islandia e Irlanda sufrieron severas crisis bancarias que afectaron drásticamente sus economías, pero que no afectan en gran medida a la felicidad de sus habitantes. Ambos países tienen un alto grado de apoyo social, suficiente para poner a Islandia en tercer lugar e Irlanda en el puesto 19 este año”.

Por allí leo unas conclusiones de John Helliwell, coeditor del informe y codirector del Instituto Canadiense para la Investigación Avanzada. “En Noruega -dice-, es bastante común que las personas pinten las casas de otros a pesar de que pueden permitirse el lujo de pagar a alguien”.

Si todo se redujera al aspecto económico, Arabia Saudita sería primero (y no 34) y Qatar segundo (y no 36).

¿Y vos cómo sos de la banda de LOS QUEJOSOS?