Cardenal… ¿Se dio cuenta que asesinaron a Berta Cáceres?

Mi padre y mi madre son católicos. Van a misa, pero no son de esos que se dan en el pecho. Son verbo y no sustantivo, como la canción de Arjona.

Con frecuencia, muchas personas humildes me detienen y me dicen que “¿El doctor Flores es su papá, verdad? Me salvó la vida”. O “Tan bella que doña Lucrecia (mi madre)… Allí la encuentro en la noche dándoles comida a los vigilantes”.

Y si no cuento más historias de mi papá y mi mamá y su generoso desprendimiento es porque sabemos que “Lo que hace tu mano derecha no lo sepa la izquierda”.

Por eso no es fácil hablar del malestar que me provoca el silencio del cardenal Óscar Andrés Rodríguez en relación al asesinato de Berta Cáceres.

Ni una sola frase de su eminencia para pedir justicia para Berta.

Ni una sola palabra exigir que se dé con los culpables de la monstruosidad.

Ni una sola coma para solidarizarse con el pueblo lenca.

Ni un tan solo punto y seguido para ponerse de lado de los oprimidos, los marginados, los chuñas…

Ni un solo signo de exclamación para decir ¡BASTA YA!

Ni un solo paréntesis para condenar el asesinato!

Parafraseando el evangelio: Una sola palabra suya, cardenal, le hubiera servido a esos pueblos olvidados para recobrar la fe.

¡Qué bello hubiera sido una gran marcha de protesta convocada por el cardenal Rodríguez, con un Cristo terrenal que sufre por los suyos a la cabeza!

Pero son otros (garífunas e indígenas), los que claman en el desierto…

Mientras en todas partes del mundo se ponen de pie para exigir por la captura de los asesinos, aquí seguimos de rodillas, indiferentes, apáticos.

Porque en Honduras, lo que causa ira es que no piten un penal contra Messi o que Cristiano Ronaldo no meta un gol de tiro libre.

Con todo el respeto del mundo: Cardenal, sacúdase el polvo de las sandalias, saque el látigo y expulse a los mercaderes del templo de la justicia.

Y alce su voz.

Y mejor aún si es en cada uno de los idiomas que usted habla, porque así se darán cuenta en muchísimos países que a Berta Cáceres la asesinaron…