En el Olímpico ganamos más que un partido…

¿Alegría?
Sí, nadie la puede oculta. El triunfo de nuestra Selección Nacional 2-0 ante El Salvador nos ha regresado las esperanzas de clasificar a la Hexagonal Final de las Eliminatorias, y posteriormente poder pelear por un puesto en el Mundial, así que los motivos están sobre la mesa: Una sonrisa futbolística es más que válida.

El partido que hizo la H no fue la gran cosa, lo importante era ganar y al final se logró, así es como seguimos con vida en la fase de grupos. El juego de ayer paralizó al país, hablamos de un encuentro donde era prohibido perder o empatar, así que la expectativa era inevitable.

Después del encuentro las redes sociales se llenaron de mensajes positivos, los medios de comunicación destacaban el triunfo de Honduras y técnicamente nos olvidamos de los problemas nacionales.

Antes, durante y después del partido todo era armonía en el país, estábamos en un ambiente netamente deportivo donde incluso el más pesimista zocó esperando el mejor resultado de la Selección, sin embargo hoy regresamos a la realidad.

“90 min de olvido de lo que pasa en mi querido país”, así reaccionó Rubilio Castillo, actual jugador del Correcaminos en el Ascenso MX de México.

Sus palabras lo dicen todo: En Honduras una de las pasiones más grandes es el fútbol, pero vayamos más allá…

…En Honduras la mayor pasión es la Selección Nacional.

Este deporte cinco estrellas nos hace olvidarnos de los asesinatos, de los robos, de los conflictos políticos, en fin, nos hace transportarnos de un país lleno de problemas a un lugar donde solo existimos los aficionados y un partido de fútbol.

De alguna manera podemos decir que la Selección Nacional es nuestra válvula de escape, así que ayer en el Estadio Olímpico de San Pedro Sula ganamos más que un simple juego, ganamos 90 minutos más de olvido, algo justo y necesario para nuestra sociedad.

El próximo duelo de la H es el viernes 2 de septiembre, día en el que enfrentamos a Canadá en otro partido donde no queda otra opción más que ganar. Lo bueno para nosotros es que jugamos en casa, así que en el Olímpico estoy seguro que nos haremos respetar.

Para ello contaré los días, sin duda alguna soy de los hondureños que quieren que lleguen esos 90 minutos y nos podamos olvidar de todo.

“Muchos dicen que el fútbol y la vida no tienen nada que ver. Desconozco cuánto sabrás estas personas sobre la vida, pero de algo si estoy seguro; de fútbol no saben nada…”, Anónimo.