Primero voy a aclarar para evitar malos entendidos: Orlando Ponce Morazán nunca me ha simpatizado. No es santo de mi devoción.
Tampoco vi bien que el gobierno le diera chamba como director de Deportes.
Y si hablamos de ese “¡Pum, pum, pum!”, me cae a las patas.
Pero eso es una cosa y otra es la vida privada del man.
Como decimos acá, es harina de otro costal.
Vi el reportaje que le sacaron donde su madrecita contaba que el tal Pum, Pum, Pum la tiene abandonada y que por eso vive en una casita toda hecha leña.
Ponce se encachimbó y le mentó la madre a los que hicieron el reportaje. Allí se “jue” mal, porque se bajó el canasto, sacó la caja de lustre, olvidándose que era funcionario público.
Por eso se lo volaron, hasta la vista baby.
La mara le tiró a matar, le dijo de todo: mal hijo, come cuando hay, salta tapiales, tacaño, miserable…
Pero ya la pipol la rayita con el tema. O sea, dejen de joder al hombre, puej. ¡El que esté libre de pecado que tire la primera piedra!
Yo le mando religiosamente los pesitos a mi viejita, pero no me voy a estar metiendo en la vida de los demás solo por eso. O sea, ¿quién me tiene a mí de metiche?
El martes, en la potra contra El Salvador, una parte de la hinchada le volvió a mentar la madre a Ponce. “Vos semejante hijo de #$%&/!, hacele la casa a tu mamá”, le gritaban, y el palancón se maleó, se puso como gallito de pelea y retó a quienes lo insultaban.
Ha de ser yuca para Ponce, pero ahora debe apretar la “washa”, porque le seguirán diciendo de todo cada vez que esté en un lugar público.
La pipol se debe estar tranquila, machete estate en tu vaina y dejar de estar chuleando a Ponce Morazán porque las cosas pueden pasar a más.
Si le ayuda o no a su madre, será con Dios con quien arregle cuentas.
¿No creés?
Saludos desde Los Pinos, el barrio con más “flow” de la Capirucha
EL SOBADO
No aguanta el trote #LePonce y salió encachimbado a quererse dar en la madre con el público pic.twitter.com/f8UKQTT1wV
— Indio Lempira (@lempiracacique) March 30, 2016