¡48 años sin Martin Luther King!

Hoy es un día fatídico en la historia de la humanidad, hoy se cumplen 48 años del asesinato de Martin Luther King. El pastor, fue declaro muerto en el Hospital St. Joseph las 7:05 PM de aquel 4 de abril de 1968.

Luther King, encabezó movimientos pacifistas que pusieron a temblar a los Estados Unidos de América, defensor de la igualdad y los derechos raciales. Fue líder de la marcha en la capital estadounidense en 1963, donde finalizó con su épico discurso: “Yo tengo un sueño” frente al monumento de Abraham Lincoln, presidente que abolió la esclavitud.

Por esta inmensa lucha, Luther King fue premiado con el Premio Nobel de la Paz en 1964.

Tan solo cuatro años más tarde, fue vilmente asesinado mientras saludaba a la multitud en el Motel Lorraine de Memphis, Tennessee, recibió un disparo en la cabeza. Se encontraba junto a Jesse Jackson y varios colaboradores más.

Se hospedaba en la habitación 306, antes de este hecho que le quitó la vida, había evitado un vuelo a dicha ciudad, por una amenaza de bomba.

El 4 de abril, a las 18:01, mientras King estaba asomado al balcón, un individuo llamado James Earl Ray le disparó. La bala entró por su mejilla derecha, rompiéndole la mandíbula y pasando por la médula espinal antes de alojarse en su hombro.

Luther-King-RadioHouse

Según el biógrafo Taylor Branch, y también Jesse Jackson, que estaba presente, las últimas palabras de King en el balcón fueron para el músico Ben Branch que debía actuar esa noche en el evento al que asistía King: “Ben, asegúrate de que cantas Take My Hand, Precious Lord (Toma mi mano, Precioso Señor) en la reunión de esta noche. Cántalo muy real.” El reverendo Ralph Abernathy, que estaba dentro de la habitación del motel, oyó el disparo y corrió hacia el balcón, encontrando a King en el suelo. Hay desacuerdo sobre si fue Abernathy quien estaba en el balcón con King, o fue en realidad Jesse Jackson el que corrió hacia el balcón después de oírse el disparo.

King fue declarado oficialmente muerto en el Hospital St. Joseph a las 19:05. El asesinato produjo una ola de disturbios en más de 100 ciudades de Estados Unidos. Cinco días más tarde, el Presidente Lyndon B. Johnson declaró un día nacional de luto por el líder de los derechos civiles. Una muchedumbre de 30 mil personas asistió al entierro de King ese mismo día. El vicepresidente Hubert Humphrey asistió, de parte de Lyndon B. Johnson, que mantenía una reunión sobre la Guerra de Vietnam en Camp David. Había temores de que la presencia de Johnson pudiera incitar protestas y quizás violencia.

A petición de su viuda, se reprodujo en el funeral el último sermón de King, en la Iglesia Baptista de Ebenezer. Era una grabación de su famoso sermón Drum Major, realizado el 4 de febrero de 1968.

Funeral-Luther-King-RadioHouse

En aquel sermón, King pedía que en su entierro no se hiciera ninguna mención a sus premios y honores, sino que se dijera que él trató de “alimentar al hambriento”, “vestir al desnudo”, “ser justo sobre la cuestión de la guerra”, y “amar y servir a la humanidad”. Por petición de King, su buen amigo Mahalia Jackson cantó su himno favorito “Toma mi mano, Precioso Señor” en el funeral.

Según el informe de su autopsia, King, a pesar de solo tener 39 años, su corazón estaba tan deteriorado como una persona de 65 años, debido al estrés producido por sus luchas.

Dos meses después de la muerte de King, el presidiario fugado James Earl Ray fue capturado en el Aeropuerto de Heathrow de Londres tratando de dejar el Reino Unido con un pasaporte canadiense falso a nombre de Ramon George Sneyd. Ray fue rápidamente extraditado a Tennessee y acusado del asesinato de King. Admitió el asesinato el 10 de marzo de 1969, aunque se retractó de esta confesión tres días más tarde. Por consejo de Percy Foreman, su abogado, Ray aceptó su culpabilidad para evitar la pena de muerte. Fue condenado a 99 años de prisión.

¿Hubo conspiración en el asesinato de Luther King?

Hay quien desde círculos conspiradores lo ha comparado con Lee Harvey Oswald, el asesino de Kennedy, ya que ambos habrían sido chivos expiatorios para ocultar a poderosos asesinos, entre ellos el gobierno norteamericano. En las declaraciones de Ray menciona a un misterioso hombre latino, Raoul, que le habría entregado grandes cantidades de dinero con las que pudo viajar a diversos países tras el atentado. Sin embargo, jamás se pudo poner cara a aquel personaje y, según Foreman, su antiguo cliente se lo habría inventado para eludir responsabilidades.

Otros argumentos que se manejan sobre la inocencia de Ray es que era un ladrón de poca monta, sin antecedentes criminales, y que el disparo que recibió King se realizó desde otro lugar y por otra persona, ya que las pruebas balísticas no son concluyentes.

De hecho, la viuda de Martin Luther King, Coretta Scott, ganó un juicio civil en 1999 contra Loyd Jowers, propietario de un restaurante en Memphis acusado de formar parte de un complot para asesinar al pastor estadounidense.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos, sin embargo, jamás encontró evidencia de que, como indicaba Jowers en su declaración, esos otros conspiradores desconocidos a los que se refería fuesen parte del gobierno norteamericano.

En 2004 el reverendo Jess Jackson:”Yo nunca creeré que James Earl Ray tenía un motivo, el dinero y la movilidad para hacerlo él solo. Nuestro gobierno estaba muy involucrado para poner el escenario para ello y Ray sólo era un señuelo”.