Perdón por el olvido, poeta Molina; Messi es el culpable

Ayer se cumplieron 141 años del nacimiento de JUAN RAMÓN MOLINA, el mejor poeta que haya parido Honduras, pero muy pocos se dieron cuenta.

Quise escribir algo del autor de Pesca de Sirenas, La calavera del loco y La niña de la patata, y al final decidí no hacerlo.

No fue por haraganería. Simplemente se impusieron la frustración y la realidad. Porque, seamos sinceros: ¿A quién diablos le interesa la poesía en Honduras?

¿A cuántos hondureños les interesa realmente conocer la obra y la vida de este poeta del que el mismísimo Rubén Darío tenía cierto recelo?

Es feo comparar, pero ni modo. Pero mientras Molina sigue perdido en el olvido, en Managua ya tienen todo listo para el IV Festival Internacional de Poesía y Prosa dedicado a Rubén Darío.

Calles, puentes, escuelas, colonias, negocios, bares… Miles de cosas se llaman Rubén Darío en Nicaragua.

Prácticamente no hay rincón en ese país donde no se respire la presencia de poeta amado, y los niños aprenden desde pequeños sus versos.

A Darío lo aman en Nicaragua.

A Molina se le condenó al olvido en Honduras.

Por eso, escribir del aniversario de Molina hubiera sido un suicidio intelectual.

Pérdida de tiempo.

¿Para qué?

Ayer, la derrota del Barcelona, la mala puntería de Messi, Neymar y Suárez, las tres derrotas al hilo del que hasta hace unos días era el mejor equipo del mundo, tiene con los nervios de punta a millones de hondureños.

Nuestra falta de identidad ha alcanzados niveles alarmantes y cada vez somos menos hondureños y más de todo.

Nadie habla de no disfrutar del fútbol de otros países. Pero acá nos vamos a los extremos y cuando juegan Real Madrid y Barcelona, todas nuestras energías, creatividad y pasión se vuelcan hacia esos dos equipos.

Y no es durante noventa minutos, sino que mucho antes de que inicie el partido, y muchísimo después de concluido.

La vida de CR7 y sus viajes a Marruecos y los problemas financieros de Messi -o su sequía goleadora-, son más importantes que otros temas que deberían preocuparnos.

Dedicar tanto tiempo a Messi y a CR7 me parece un reflejo de la pobreza cultural de los hondureños, del aburrimiento con el que vemos todo aquello que tenga que ver con nuestra historia, nuestros personajes y nuestra realidad, y, principalmente, de nuestra falta de identidad.

Por eso, amado poeta, no quise escribir de su 141 años de nacimiento. No fue por falta de amor. No se enoje conmigo. Messi es el culpable…