Dicen que esa chava “se la come”

Tampoco es que me puse hoy sotana o que me tienen que encender una vela, porque de la noche a la mañana me convertí en santo.

San Óscar… ¡Reza por nosotros!

Tampoco hago ondear la bandera del puritanismo.

El tema de hoy: ATAQUES MACHISTAS CONTRA LAS MUJERES HONDUREÑAS.

En los círculos de hombres es común tocar el tema de las mujeres, y en los ambientes de mujeres se habla de los hombres. Eso es normal.

Pero lo que allí se habla, allí se queda.

Sin embargo, en las redes sociales ya es otro asunto.

Con una mezcla de pena ajena y de decepción leo con frecuencia los comentarios que “hombres” realizan en las entrevistas de Radio House con mujeres que se desenvuelven como modelos, animadoras, locutoras, periodistas, ejecutivas…

Escudados, muchos de ellos, cobardemente en perfiles falsos, denigran a la mujeres tratándolas, entre otras cosas, de:

Nacas.

Putas.

Feas (o su versión catracha de “garra”).

“Se las tira de gran culo”, señalan.

Flor de barranco.

Es prepago.

“Se la come, es tragona”, dicen otros. (No hay necesidad de explicar a qué se refieren).

Y la lista de palabras denigrantes continúa.

Deformados por una sociedad machista en el que la mujer es vista como objeto sexual o, a lo sumo como ama de casa -cierto, las cosas han mejorado, pero sigue la discriminación-, el hombre, en Honduras, no tiene ningún límite para ofender con vulgaridades y hasta con manoseos a la mujer.

No es una generalidad, por supuesto, pero no podemos negar la existencia de estos pendejos.

La cosa llega al extremo de comentarios como “Dicen que esta man se acuesta con mareros”.

Dicen=rumor=chisme barato…

Salvo que sean marcianos, lo que se les olvida a estos patanes es que son hijos de mujeres, que sus novias y esposas son mujeres y que tienen -o podrían tener-, HIJAS.

Los legendarios piropos de los albañiles tienen más picardía y creatividad, y son más “sanos” en comparación a los ataques que uno ve en redes sociales.

Gracias a la democracia de las comunicaciones, los imbéciles han construido una dictadura con bajezas, improperios y ataques contra la personalidad, físico, pensamientos o actividades de los demás.

Lastimosamente, tendremos que soportar estos comentarios, porque los ignorantes son muchos y tienen derecho a manifestarse.

Triste la realidad de la mujer hondureña. O la matan físicamente, o le liquidan el espíritu.