¡Juepútale! Los de Canal 5 andan con cagazukis porque todas las telenovelas se les han venido abajo. Ya ni la de los narcos ni las de las chavas con el cheto pelado están pegando.
Hoy, toda Honduras pasa pendiente de su telenovela NORITA Y YANUARIO.
Una historia de desamor, despecho, cuernos, mentiras, hombres musculosos y viajecitos a Disney.
Con voz de anuncio de telenovela: “Dos periodistas se casan y se convierten en una de las parejas más famosas de un pequeño país centroamericano sacudido por la violencia.
Todo parece color de rosas hasta que se separan y ella publica unas fotos con su nuevo amor: un musculoso campeón y socio propietario de un box de crossfit en Hondurasque es capaz de darse en la madre con Hulk o con La Roca.
No se pierda estos capítulos de intriga, suspenso, acusaciones y contraacusaciones, fotos románticas y cuerpos bien torneados”.
Ya sin pajas: esta telenovela tiene a los hondureños como lelos.
Vale maceta que no “hayga” agua en Los Laureles. O las movidas con ciudadanos árabes en el Registro (ahora yo me llamo Sobado al Cabrom abarajame la bañera), o las extorsiones.
Es como que yo me pusiera a contar por qué dejé a mi ex o que ella salga diciendo que algunos de mis boxers tienen agujeros.
¡Nambe, hay intimidades que no se cuentan!
Pero Norita insinuó algunas cosas. ¿Yanuario le puso los cachos? Esto dice ella: “De él yo pruebas no tengo, yo sabía, en mi corazón lo sabía, pero pruebas no tengo, de mi parte jamás, yo supe de él, pero no tengo con qué decir si fue cierto o mentira, pero yo lo sé”.
¡Dios mío, le entiendo más a Cantinflas!
Y así siguen los dimes y diretes:
La tuya.
La mía.
El que escupa aquí primero.
¡Me hizo la mala seña!
¡Ve, y vos me sacaste la lengua!
Comecuandohay.
Salta tapiales.
Y mientras tanto, Joel Bran, el musculoso nuevo amor de Norita, hace mil pechadas por minuto para estar durito y atractivo.
En lo que han caído los medios “serios” de Honduras, en un chismerío perro.
Ya sé que me van a decir “¿Y vos no hacés lo mismo?”.
Bueno, para comenzar: yo no soy serio, así que puedo escribir de lo que me dé la gana… hasta donde la pipol de Radio House me lo permita.
Saludos desde Los Pinos, the number one barrio de La Capirucha.
EL SOBADO
