Al final, la asfixiada clase media hondureña tiene que pagar los platos rotos provocados por los cagales de los políticos que han manejado a la ENEEmiga de todos; por empresario que durante años han acumulado deudas millonarias; y por miles de hondureños que tienen pegues clandestinos y roban energía.
Si a eso sumamos a un sindicato apático que solo sirve para chuparle a la teta la poca leche que le queda, entonces es lógico, de cajón, como dice el pueblo hondureño, es que tengamos una empresa que es un parásito que nos chupa el poco dinero que nos queda los que SÍ pagamos impuestos, agua, luz, teléfono, y que además nos damos el “lujo” de tener a nuestros hijos en escuelas bilingües ( y esta gente tampoco amaga), de comprar carro de segunda, ir a Valle de Ángeles el fin de semana o comprarnos un libro al mes.
No todo es malo en la ENEEmiga, por supuesto. Afirmar eso sería una injusticia con muchos técnicos y personal eficiente que resuelve -o al menos trata de resolver-, los muchísimos problemas que allí se dan a diario.
Sin embargo, lo que hacen con la mano izquierda lo deshacen con la derecha, cuando someten a la población a largos e injustificados apagones.
Como injustificado y CRIMINAL es este nuevo aumento que electrocuta principalmente a los habitantes de zonas residenciales, como si tratar de vivir bien es un delito, y por eso hay que joderlo.
Pero no queda otra de agachar la cabeza, o al menos quejarnos y disfrutar de esta caricatura que le “robamos” a Artículo 13 y a Luis Chávez, aprovechando que, gracias a la ENEEmiga y sus apagones, todo estaba a oscuras…