Por JOSÉ ADÁN CASTELAR
Antes que un nuevo aeropuerto,quizás, los capitalinos necesitábamos un nuevo embalse que recogiera todas estas lluvias y después nos abasteciera de agua (un 40% de los ciudadanos no recibe agua potable por tubería).
Si Toncontín tiene problemas de aproximación y de despegue, también muchos capitalinos, que no tienen aproximación a las condiciones mínimas de vida y no ven el despegue de la pobreza.
La mayoría de los capitalinos nunca usará el aeropuerto, ni en las bienvenidas ni en los adioses, no tienen a nadie a quien esperar.
El agua es para todos, pero eso es demasiado democrático y muy poco negocio para estos dioses menores que miden los proyectos desde sus cuentas bancarias.
(Foto de Los Laureles de diario EL HERALDO).