El fútbol no es para Messi

CDA252. EAST RUTHERFORD, (NJ, EE.UU.), 26/06/2016.- Lionel Messi de Argentina se lamenta luego de perder ante Chile en la final de la Copa América Centenario hoy, domingo 26 de junio de 2016, en el estadio MetLife de East Rutherford, Nueva Jersey (EE.UU.). EFE/DAVID FERNÁNDEZ

Por LUIS CHÁVEZ/caricaturista y escritor de Artículo 13

 

Messi volvió a fallar en una final y esta vez con penal incluido.

Ha ganado todo lo que un futbolista querría ganar y más, pero no con la selección de Argentina; a esa le debe un Mundial y una Copa América.

Ningún futbolista argentino le debe nada a Argentina y al mundo, sólo Messi.

La ceguera de sus propios compatriotas y muchos aficionados del mundo que califican sus resultados a través del prisma del club de sus amores, incluso dicen que “Messi no sirve”, que es “jugador de equipo, no de selección”, que “es un fracasado”.

¡Fracasado!

Los fanáticos más pragmáticos han llegado a simplificar tanto la valía de un futbolista que se circunscribe a si gana la copa o no. Si gana es un dios, si pierde, no vale nada.

Ya no queda espacio para los enormes aportes de un Cruyff, de un Zico, de un Platini, de un Pavel Nedved o un Roberto Baggio. En este tiempo de mediciones afiladas, esos jugadores no valdrían nada.

messito

No importa si es un drogadicto, si mete el gol con una mano, si finge una falta y consigue un penal, si soborna a un árbitro o a un portero, si agrede a sus rivales, si los escupe, si es más un carnicero que un futbolista, si gana lo que tiene que ganar ése es al que aplaude la masa obnubilada. Sólo el triunfo vale y sólo al triunfo, sin importar los medios, aplaude la masa que así esconde sus propios fracasos.

Messi es honrado; no finge, no especula, no escatima, sólo juega para ganar pero en las finales con su selección no gana; no mete los goles ni él ni sus compañeros y entonces no sirve. Es un nadie.

Messi es tonto; no ha entendido que ser un chico de familia, un jugador honrado en la cancha, un preciosista del regate y del pase preciso, casi medio gol, no sirve en un mundo que ahora sólo celebra el campeonato de lo que sea, no importa si el ganador chocó su auto la noche anterior completamente borracho.

Entendelo, Messi: dejá de joder y regatear con esa magia, dejá de poner esos pases de gol que hasta un bloque los metería a la portería, dejá de arrancar desde atrás para armar una jugada y un equipo, dejá de meter goles hermosos y de antología si no es en una final. Meté los goles en la final y ganá la final. Punto. Olvídate de lo demás y tal vez así algún día llegués a ser un campeón de verdad… como, por ejemplo, Materazzi.