La temporada 2015-2016 fue una de las peores en la carrera de Emilio Izaguirre, pues se la pasó la mayor parte del tiempo en la banca.
El rumor es que el zurdo tenía sus días contados en el Celtic de Glasgow de Escocia.
La hinchada coreaba el “Emilio Izaguirreeeeeeeee”, en cada partido para darle ánimo y mostrarle su cariño y agradecimiento.
Fue allí que Emilio se enteró de algo: que ya era un ÍDOLO del Celtic.
En las buenas y en las malas, Emilio agradeció a Dios. En las tardes de gloria o cuando anotaba un gol, su celebración era la misma: los dedos apuntando hacia el cielo.
Y cuando más oscura parecía su situación, Emilio más se aferraba a su fe.
“Yo te lo he ordenado: sé fuerte y valiente. No tengas miedo ni te desanimes. El Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayás. (Josué 1:9)”, escribió en sus redes sociales.
¡Ejemplar!
¡Cuánto debemos aprender de Emilio!
Humilde en los triunfos, valiente en las dificultades. Esa esa es la lección del ex carrilero del Motagua.
La temporada recién inicia y aún no se sabe con certeza cuál será su futuro. Sin embargo, Emilio no se desespera y se toma las cosas con calma.
Y disfruta que fue capitán contra el Barcelona y que Messi le obsequió su camiseta autografiada.
Nada mal, ¿verdad? ¡Inmenso, Emilio!!!!