Por: Un lector de Radiohouse.hn
Como hondureño me encuentro triste el día de hoy por el resultado del partido de la Selección Olímpica contra su similar de Brasil.
Esta Selección nos ha dado mucho más de lo que esperábamos de ella, al menos lo que yo esperaba, y por eso estaré agradecido con los muchachos, por poner en alto el nombre de nuestro país y por mantener vivo el sueño de obtener una medalla olímpica.
Enfrentar a Brasil en el Maracaná es el sueño que todos los hondureños teníamos, y más aún, si pudiéramos vencerlos sería algo fuera de este mundo.
Lamentablemente hoy la segunda parte de ese sueño no se pudo concretar por varias razones de índole futbolística y no futbolística, pero lo cierto es que no se puede dejar de soñar.
La Selección está en una posición inimaginable, poder lograr obtener la primera medalla Olímpica para nuestro país, la de bronce, y eso me motiva a apoyarles con todo.
Lo que me da mucha tristeza es ver la actitud de ciertos jugadores y miembros del cuerpo técnico durante y después del partido de hoy.
Los jugadores cayeron en el juego psicológico al querer detener al contrario con patadas y golpes por falta de calidad futbolística.
Todos sabemos el teatro llamado Neymar Jr. pero a pesar de ello los jugadores nuestros han caído en esa “trampa mental” y hacen ver como que el fútbol de nuestro país es violento y carente de calidad técnica.
Si bien es cierto los muchachos están jóvenes y les queda mucho por aprender, el aspecto psicológico es algo que el profesor Pinto y todos los directivos del fútbol hondureño deben trabajar.
Pero lo que sí me parece imperdonable es la actitud del kinesiólogo Gerardo Mejía y el preparador de porteros Roy Posas al término del partido. No tenía ni 1 minuto de haber pitado el árbitro el final del partido, partido en el que el contrario nos había humillado en el campo de juego, cuando ellos salen del banquillo a pedirle a Neymar Jr. una fotografía y un autógrafo.
En un momento en el que los muchachos necesitan consuelo y palabras de aliento y apoyo para recuperar esa confianza en sí mismos para enfrentar a Nigeria por la lucha de esa medalla de bronce, los “vivos” se dedican a obtener la fotografía y el autógrafo como si fuese un gran premio. ¿Acaso no hay vergüenza por parte de estos profesionales?
¿Acaso no tienen dignidad?
¿Qué pensarán los jugadores hondureños al ver a sus directivos” hacer esto? ¿Se les olvida a ellos que andan en representación de más de 8 millones de hondureños?
¿Qué estaban pensando cuando salen sonriendo con la persona que nos humilló en el campo? ¿Qué pensará “Buba” López al ver a su entrenador correr y rogarle a Neymar por una fotografía y autógrafo después de que éste le haya metido 2 goles?
Esta acción nos ha desmeritado como afición, como sociedad y como país. Acciones como esta deberían de ser reprochadas en nuestro país y ser consideradas como inaceptables. Personas con actitudes como estas no se necesitan en el deporte ni en instituciones públicas que representan a un país entero.
No me queda más que pasar este trago amargo y enviarle todo mi apoyo y aliento a los muchachos para que logren el objetivo de traer una medalla olímpica. Mostraré el apoyo hacia la Selección para lograr ese objetivo impensable y así olvidar la vergüenza que nos ha hecho pasar el Profesor Posas y el Dr. Mejía.