¿Quién nos entiende en este país? Creo que si nos definen en una palabra sería algo así como “DOBLE MORAL”.
Se hace gran revuelo por unas vallas publicitarias, salen el Ministerio Público, los Derechos Humanos, Derechos Internacionales, hombres, mujeres, todo el mundo indignado diciendo que “Cómo es posible que esto salga en pleno siglo XXI”.
Pero, lo que sí me parece absurdo y tonto es que nos indignemos más por un pedazo de papel que por algo real que vivimos todos los días, me refiero a las muertes de cientos de mujeres, de amenazas, de maltrato, pregunta ¿Quién hace algo al respecto?.
En la vida real, cuando ocurre el asesinato de una mujer y encuentra su cadáver en un matorral, muy pocos dicen algo.
Como el caso de Ángela Lobo, una joven de 25 años a la que le arrebataron la vida así, como si nada, y que estaba a pocos meses de recibir su título de Arquitectura.
Nadie dijo nada. El tema de las vallas los tenía ocupados.
Cifras revelas por el Observatorio de la Violencia dice que “En los últimos 10 años han muerto de manera violenta más 4 mil 493; el 85 por ciento sigue en impunidad”.
Casos como el de Ángela no tienen relevancia en nuestro país, eso se pasa en las noticias como relleno, una estadística más, una noticia más, “algo normal”, nadie hace nada, ni el Ministerio se pronuncia.
¿Derechos Humanos? Por favor, nunca se les ve interés de resolver esta situación.
Me gustaría ver la indignación de todos los que postearon en sus redes sociales, ultra ofendidos cuando un hombre le corta los pies o las manos a su esposa.
Pero con el tema de las vallas…
¿Por que debería quitarme el sueño o la paz una valla que al final de cuentas es un pedazo de papel que:
No se necesitaba ser mercadolgó para saber que era una campaña de publicidad?
No sé ustedes, pero un pedazo de papel no me va a quitar mi valor como mujer.
Ven a veces nos perdemos en cosas tan sencillas, y no ponemos nuestra atención en cosas más importantes. Ojalá que de ahora en adelante se indignen tanto por una MUERTE así como lo hicieron por esas VALLAS.
