Mientras navegaba en las redes me encontré con un artículo interesante basado en los ticos y su frase “Pura Vida”. Me llamo la atención por el complemento que llevaba este titular: “El pura vida es pura mier..”.
Mientras tiraban flores a su país, seguí bajando y me encontré con comentarios que hacen que ese país de “Pura Vida” se convirtiera en material fecal, así como lo cataloga Rafael Rivera Villanueva, quien es el articulista de esa nota.
Decidí hacer este este artículo bajo este titular haciendo relación a lo que hablaba el tico en su artículo.
Comencemos…
Estamos en unas Honduras repleta de belleza natural, la cual se la come lentamente el hombre y la letal plaga del gorgojo.
En nuestro territorio contamos con 55 áreas protegidas, en ellas: Parque Nacional La Tigra, Refugio de Vida Silvestre Cuero y Salado, Isla del Tigre, Reserva Biológica Laguna de Caratasca y muchas otras que no me ajustaría esta nota para describirlas.
Los hondureños nos caracterizamos por siempre poner la “Garra catracha”, pero hay algunas pesimistas que la hacer aparecer como una simple “uña de gato”.
En Honduras existimos varios tipos de catrachos:
El Garra Catracha que día a día le mete el pecho a su trabajo y a todo lo que se propone hacer en su vida o en su trabajo; El catracho que le encanta ver lo negativo y sostener cada vez que puede que Honduras es pura M… y no hace nada para cambiar la situación.
El catracho que se levanta a las 4 de la mañana para ir a trabajar para buscar el sustento de su familia sea en rapidito, vendiendo baleadas o en un puesto en una empresa.
El catracho que le gusta lo ajeno, lo fácil, quitarle a la personas lo que tanto les ha costado, sea un celular o la vida.
El catracho que tiene los pies en la tierra y sabe lo que tiene, que almuerza frijolitos con aguacate y un pedazo rico de cuajada, y el catracho alucinado solo por quedar bien con la gente, y que come en lugares caros y para poder pagar empeña lo que no tiene y pide prestado.
El catracho que canta con orgullo su himno y que respeta la bandera nacional y el catracho que olvido su país y que se cree francés, alemán o gringo.
El catracho que viaja en el interior a conocer Honduras, a ver las bellezas que tenemos desde playas, estelas mayas, y el catracho que prefiere viajar al extranjero y conocer un lugar que no le traerá ningún ingreso ni porte a su país.
La garra catracha quedó reflejada en los Olímpicos y aquí en nuestra tierra nos quedamos con un montón de catrachos volqueteros y conformistas que solo sabían criticar cada posición de nuestros atletas.
La garra catracha se convirtió en una miserable uña de gato al momento de que cada uno de nosotros comenzó a criticar a los atletas que nos representaron en Río.
¿Y vos en qué lado estás: en los que dicen que somos GARRA CATRACHA o en los que sostiene que somos UÑA DE GATO?