Maje, ¿te has fijado que si David Faitelson estornuda a varios periodistas deportivos hondureños les da gripe y se tienen que untar vick vaporub en la punta de la nariz?
No les voy a decir papos, como se dice en buen catracho, sino que pinches, porque son más mexicanos que el mismo Chente Fernández.
Acá corren como viejas chismosas con papadas como “Esto es lo último que dijo David Faitelson de Honduras”; “No creerás lo que piensa André Marín de la Sub 23”; “Imperdible, el ataque de José Ramón Fernández a Pinto”…
Y bla, bla, bla…
Lo “pior” es que la mayoría de las veces es pura paja lo que ponen, inventos, cuentos, pero igual, en las redes sociales empiezan los comentarios encachimbados de los lectores hondureños: “Piches mexicanos”, “Comecuandohay”, “Saltatapiales”, “¡Tu madre!”, “La tuya, la que te amarra la cabuya”…
Ahora el “valiente, patriótico y aguerrido” periodismos deportivo hondureño anda maleado con Carlos Albert, un viejito mexicano cascarrabias y más amargado que las amargas que me “vua” echar hoy en la noche, porque criticó al Monterrey por contratar a un jugador hondureño de 20 años.
No nos hagamos chibola ni los de a peso: hablaba de Albert Elis.
Entonces, los “valientes” periodistas catrachos le contestaron a Carlos Abert y lo “pusieron en su lugar”, ja, ja, ja.
Dicen que el pobre hombre no duerme después de la mentada de madre que le hicieron llegar desde San Peter, y que tuvo que refugiarse en la sierra de Sinaloa, por donde se escondía el mero Chapo Guzmán.
Albert sufre de depresión, calambres en las canillas y currutaca, y se clava tecitos de valeriana pa los nervios después de la respuesta del lado hondureño.
Ja, ja, ja, sí seremos papos. ¿Y es que creen que los periodistas mexicanos pasan pendientes de lo que en Honduras dicen de ellos?
Nambe, no sean giles, esos manes están en otro nivel, se dan su lugar. Tanto que critican estos periodistas hondureños y son perros para tomarse fotos con los de otros países. ¡Hay que darse su lugar!
Saludos desde Los Pinos, el mero mero de los barrios de La Capirucha
EL SOBADO