Si te cuento esta historia es porque estoy vivo de milagro. Ayer iba para mi chola en taxi colectivo y el man que manejaba, por ir mensajeando con el pinche celular, no hizo un alto y nos dimos un huevazo con otro carro.
Desde que salimos del centro el idiota ese iba con el cel en una mano, y con la otra daba el vuelto. La doñita que iba en el asiento del copiloto le preguntó si no era peligroso lo que hacía, y el chavalo le dijo:
-No se preocupe, doñita, soy gallo para esto. Tengo mucho tiempo de manejar y mandar mensajitos. Esto no es para cualquiera, hay que ser pelis.
El taxista se carcajeaba mientras mandaba mensajes y luego hacía comentarios y nos enseñaba la pantallita: “Un alero me acaba de enviar esta foto de una amiga suya en pelota… Miren qué tremendo forro,… Tiene unos cocos de miedo, ja, ja, ja”.
No paró de mensajear. Hasta en el Facebook se metió… cuando de repente… ¡Bam! El bombazo por Plaza Miraflores. Vale que la doñita se había bajado, porque el macanazo fue por el lado de su puerta.
El taxi quedó todo echo leña. Yo la vi venir de cerca, te juro que pensé que todos íbamos a estirar la pata. Nos pusimos pálidos por culpa de ese irresponsable que pone en riesgo la vida de los demás por ir con ese fucking celular en la mano.
Maje, hay unos que son tan cerdos que hasta selfies se hacen cuando van comiendo en el carro, si hasta se les ven las conchas de frijoles en las tapas.
Unas doñas hasta con el chucho en el asiento se toman fotos. ¡Nambe! ¡No seamos irresponsable!
A mí ya me pasó el susto, se me “jueron” los colores y quedé reflexionando en cuántos accidentes, muertos y lisiados quedan por gente irresponsable que no se puede aguantar ni cinco minutos sin estar con el celular en la mano.
Si vos sos de esos… ¡Ya parala, puej!
Saludos desde Los Pinos, el mero mero de los barrios de La Capirucha.
Vivo de milagro, EL SOBADO
