Era un secreto a voces, pero bastaba con ver sus carros de lujos y sus mansiones para darse cuenta que muchos miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional estaban hasta los queques en el tráfico de drogas.
Desde hace unos meses se han ido destapando ollas tras ollas de corrupción, pero la cosa está tan podrida que los escándalos no parecen acabar.
Al final, los honrados (cuyo mayor delito es verle las piernas a las muchachas que pasan a nuestro lado), estamos a la mano de Dios.
Y bajamos los santos del cielo cada vez que nos detiene un retén militar o policial, porque no sabemos si los que están allí son honestos o son miembros del crimen organizado.
El “dinero fácil” del narcotráfico ha salpicado todas las estructuras de la sociedad, incluyendo a los políticos, peones de los grandes capos, quienes pagan sus campañas para convertirlos en diputados, ministros y presidentes.
Las últimas noticias parecen una novela de narcos y de corrupción, comenzando por las investigaciones del asesinato del general Julián A. González.
Ya se saben los nombres de los que organizaron y ejecutaron su asesinato (porque hay vídeos), pero el Ministerio Público, increíblemente, no ha logrado la captura de uno solo de estos matones.
Y esta semana se termina de confirmar que los operadores de justicia bien podrían poner sus oficinas en un servicio sanitario, tal es el nivel de lo salpicados de mierda que están.
Solo por poner un par de ejemplos:
Expulsados 49 oficiales de la Naval de Honduras por tener nexos con los narcos. EL HERALDO.
Wilter Blanco tenía permiso para aterrizar narcoavionetas en La Ceiba. LA PRENSA.
Narco hondureño Wilter Blanco es protegido por altos militares, policías, jueces, fiscales y políticos. EL HERALDO.
En septiembre capturaron en operativo policial a Wilter Blanco, pero misteriosamente fue dejado en libertad. EL HERALDO.
Alta funcionaria de la Fiscalía Especial contra el Crimen Organizado es la informante del narcotraficante Wilter Blanco. LA PRENSA.
Estados Unidos tras cartel formado por militares, policías, jueces y alcaldes. LA PRENSA.
Y mientras el presidente Juan Orlando Hernández señala que “Nadie está por encima de la ley”, y se descubre un plan del Cartel del Atlántico para atentar contra su vida y la del embajador de Estados Unidos en Honduras (James Nealon), un hermano del mandatario (Juan Antonio), se defiende se las acusaciones hechas en el sentido que una avioneta con droga que fue interceptada era suya.
“Nos ofrecieron un millón de dólares para no reportar una avioneta capturada de la que había fuertes indicios que llevaba drogas. Se presume que era de Tony Hernández”, dijo Santos Orellana Rodríguez, capitán de las Fuerzas Armadas a quien Estados Unidos pide su extradición.
Por su parte, Tony Hernández niega las acusaciones y dice que “Me someto a cualquier investigación que proceda”.
Alcaldes, policías, militares, políticos, jueves, fiscales, masacres por pleitos de territorios… Es la de nunca acabar.