Nos guste o no cómo juega la H, Jorge Luis Pinto al final logró meternos en la Hexagonal Final. Los resultados son los que mandan, y estos avalan al DT colombiano.
Pero la Hexagonal será harina de otro costal y Pinto deberá hacer algunos ajustes si es que quiere clasificarnos a Rusia 2018.
Y debe echar mano de algunas opciones que no tomó en cuenta ante México, Canadá y El Salvador. El primer que se nos viene en mente es MICHAEL CHIRINOS, el joven y explosivo jugador del Olimpia.
Hace apenas unos días, ante el Pachuca, demostró que es capaz de meter en peligro al más pintado. Su juego desequilibrante y vertiginoso podrían ser una buena opción en momentos en que la H debe jugar al contragolpe o meterle velocidad al partido.
Además, tiene hambre, algo que algunas de las “vacas sagradas” ya han perdido.
Pinto debe estar claro que no todo lo que hizo fue acertado (como todo ser humano), reflexionar y dejarse de ciertos caprichitos.
Si les dio una segunda y hasta tercera oportunidad a Roger Espinoza y Andy Najar, jugadores que no sabemos hasta dónde están de comprometidos con Honduras, ¿por qué no prueba con Chirinos?
Ya cometió el error de dejarlo fuera de la lista de los que iban a Río 2016; ojalá que no vuelva a tropezar con la misma piedra.
Ocupaos alegría, señor Pinto, cipotes que jueguen las eliminatorias de la misma forma en que se echan una potra en el barrio.
¿Qué le parece entonces si llama a Michael Chirinos?
