Honduras está llena de pequeños Murtazas… ¡No seamos hipócritas!

En lugar de aplaudir tanto a Messi por la bonita acción de hacerle el sueño realidad a Murtaza, el pequeño afgano que utilizó una bolsa de plástico para hacerse la camiseta de la selección Argentina, debemos utilizar nuestras manos para tendérsela a los niños pobres de Honduras.

Lo de Messi está bien. Pero lo que no compartimos es la hipocresía de una mayoría que alaba todo lo que hacen la estrella del Barcelona, mientras que acá, en los semáforos, en las aceras, en las bancas de los parques o en los callejones de los barrios marginales, hay pequeños Murtazas que serían felices con un peluche, una pelota, un par de tennis o un carrito.

¿Pero qué hacemos? Subimos los vidrios del carros, nos hacemos los papos y mentimos con la frase “No ando nada”. Porque además de insensibles, somos mentirosos.

No hay que ser millonario o famoso para cambiarle la vida a alguien. Tampoco es preciso que invirtamos una gran cantidad de dinero.

Un balón de 200 lempiras, una muñeca, un pichingo… ¡Manos a la obra! Y seamos para esos niños pobres de Hondureños lo que Messi es para Murtaza.