¡El fútbol hondureño está muriendo!

Da lástima ver estadios vacíos, partidos que futbolisticamente son una tortura, aficionados bravucones que quieren arreglar todo con violencia.

“Aficionados” que no se dan cuenta que cada quien tiene derecho a sentir pasión  por los colores que le vengan en gana, nadie respeta el derecho a elegir su camiseta amada, quieren imponer ideas y lastimar al que no está en el mismo bando.

Las barras son un cáncer en el país, no dudo que dentro de ellas hay personas honorables que lo único que quieren hacer cada domingo es dejarlo todo por su equipo amado. Pero se dejaron infiltrar y ahora son un caos para el fútbol hondureño.

Los técnicos son otro problema serio, no se dedican a hablar del juego, emiten sus comentarios para burlarse del estado físico de sus colegas y encienden los ánimos de los aficionados violentos.

Basta con ver el resultado de hoy en San Pedro, entre Real España y Marathón, casi termina en tragedia. Producto de las declaraciones fuera de lugar de sus entrenadores y directivos.

Ya cuando ven el caos en las gradas y cancha, preguntan: ¿Dónde está la seguridad?

Los árbitros son una vergüenza, piensan que son los protagonistas del juego, no lo son.

La Liga no hace nada, la Fenafuth no hace nada, se quedan de brazos cruzados viéndola pasar, dañando hasta lo más profundo al fútbol hondureño.

No es por nada, pero el fútbol hondureño se nos está muriendo.