Hace apenas unas semanas, la afición del Motagua, desesperada por los malos resultados, pidió la cabeza de Diego Vásquez.
Y así fue cómo tronó el estadio Nacional: “¡Fuera Diego, fuera Diego!”, empezó a gritar una parte de la hinchada, para luego exigir el retorno de Primitivo.
¿Qué dirán ahora todos esos que gritaron “¡Fuera Diego, fuera Diego!”? ¿Aceptarán que estaban equivocados o dirán que el triunfo de Motagua ha sido pura suerte?
La pasión -y el desconocimiento-, pueden llevar a un fanático a perder el control y a querer buenos resultados de la noche a la mañana.
Claro, tampoco nos vamos a engañar. Motagua apenas hizo 28 de 54 puntos posibles en las dos vueltas y terminó en un lejano cuarto lugar a 11 de Olimpia.
Eso significa que el nuevo campeón no hizo sus tareas en las dos vueltas pues acabó con un índice del 50 por ciento. ¡Aplazado!
Sin embargo, la dirigencia de Motagua aguantó a Diego y en los momentos más duros anunció que estaría con el DT argentino “en las buenas y en las malas”.
Vos, sí, vos, no te hagás el loco, que es con vos que hablo: ¿Siempre querés que se vaya Diego y que regrese Primi?
