Por ahí dijeron: “Esto se va a descontrolar” y adivinen qué (?), esto se descontroló…
La problemática de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) ha pasado la línea, esa que de algún modo parecía inalcanzable por lo sucedido en años anteriores, donde las protestas estudiantiles también se hicieron presentes pero se esfumaron por diferentes cuestiones.
Todo era una bomba de tiempo, aquellas tomas de edificios solo formaban parte un pequeño aviso a las autoridades universitarias, las cuales nunca vieron un problema en general, se hicieron los ciegos y decidieron ignorar la voz del estudiante, al menos hasta ahora.
Después de un mes de protestas la rectora Julieta Castellanos ha tomado la decisión de ceder y realizar un “diálogo” con los estudiantes de la Máxima Casa de Estudios, uno donde se tocarán dos puntos en específico: los casos de los alumnos judicializados y la representación estudiantil dentro de la toma de decisiones en la UNAH.
Los miembros del MEU (Movimiento Estudiantil Universitario) han visto con buenos ojos la propuesta, ya que eso era lo que ellos planteaban para realizar un diálogo en todo el sentido de la palabra, así que todo va por buen camino, al menos eso es lo que aparenta.
Lamentablemente para llegar a este punto hemos tenido que pasar muchas cosas, tanto así que existimos miles de estudiantes a nivel nacional que hemos perdido nuestro segundo periodo académico.
Tenía dos clases matriculadas y por arte de magia el miércoles desaparecieron de mi Forma 03. Les seré sincero, perder mi periodo académico ni me va, ni me viene, esto porque conozco las deplorables condiciones en las que se imparten clases, por ejemplo en nuestra carrera, donde no contamos con el material necesario para salir a competir a la “vida real” donde se cuenta con una tecnología de punta.
Lo indignante de quedarme sin clases es la misma injusticia que existe de parte de las autoridades, quienes a placer decidieron que carreras perderían su segundo período académico, dejando a las otras con el mismo y con la posibilidad de llevar un tercer periodo intensivo.
Se supone que esas decisiones fueron tomadas de acuerdo al tiempo que se perdieron clases, el cual es variado con respecto a cada carrera, sin embargo eso es algo inexplicable, ya que le cancelaron el periodo a Psicología y Periodismo, pero no a Matemáticas y a Filosofía, quienes también reciben clases en el Edificio F1 de Ciudad Universitaria, o sea que perdieron el mismo tiempo que nosotros.
No quiero que haya un malentendido ni nada por el estilo, simplemente quiero dejar las cosas claras; si había una salida para esas otras carreras también la había para Periodismo y para las demás que perdieron su periodo, lo cual demuestra que las autoridades simplemente adoptaron una postura para asustar e intentar dividir al movimiento estudiantil.
La gota que derramó el vaso fue el ingreso de la fuerza policial a territorio universitario, donde técnicamente arrestaron a algunos estudiantes y desalojaron a otros con el fin de terminar las tomas en el campus.
La rectora pensó que con ello se habían acabado las protestas, tal como sucedió en años anteriores, sin embargo lo que pasó este miércoles en la reanudación fue algo simplemente histórico.
La protesta pacífica de ayer dejó a las autoridades contra la espada y la pared, así que no les quedó de otra más que aceptar el diálogo del que anteriormente les había hablado.
Esperemos que todo se solucione por el bien de Honduras, y para ello necesitamos que ambas partes (autoridades y estudiantes) no entren en conflicto, que trabajen en conjunto para lograr salir adelante y así salvar a la Universidad.
Las autoridades tienen que ser más conscientes y doblar el brazo de vez en cuando, mientras las protestas estudiantiles deben bajarle un poco el gas, por que por ejemplo ayer no había necesidad alguna de hacer una piñata de la rectora y luego agarrarla a palos.
Somos humanos y hablando se puede solucionar todo.