Guillermo, le quedaste grande a Honduras

Este fin de semana todos los hondureños nos sintonizamos con un tema de conversación, y no solo era eso, sino que se traspasó a las redes sociales cada quién compartiendo fotos y mensajes emotivos por la muerte de Guillermo Anderson.

Las emisoras de radio y canales de televisión transmitiendo sus canciones, estoy segura que varios se dieron cuenta hasta este fin de semana  de que no solo cantaba El Encarguito, Mi País, o Dale Play a la Esperanza, de que había muchas más.

Pero no los culpo, al final nunca se transmitían, ni se hacía promoción a sus nuevos discos, las canciones solo salían para en septiembre por el día de la Independencia, en octubre como canciones de ánimo para la Selección y en diciembre por el himno a la Teletón.

Guillermo, le quedaste muy GRANDE a Honduras.

Guillermo se merecía mucho más que un ataúd lleno de flores, o que una caravana que lo acompañara hasta su entierro, una foto en redes sociales diciendo hasta pronto Guillermo, o te fuiste maestro.

Definitivamente le quedaste GRANDE a Honduras ¿Por qué?

Fuiste un hijo que amó por sobre todas las cosas a su patria.

Fortaleciste y te sentiste tan orgulloso de una identidad nacional frágil.

Dejaste tu corazón entero en Honduras pero, sobre todo en tu amada playa de La Ceiba.

Nos enseñaste que ella se alegra Cuando llega el carnaval.

Que un café con leche es mucho más rico con Malena.

A soñar y a ahorrar para ir con el amor de nuestras vidas al mar porque, simple y sencillamente es un lugar mágico.

A que no nos dejemos apantallar por un hombre con billetera abultada porque, probablemente solo ande Calales.

A los hombres que no sean como Manuelito.

Que sentías tristeza de ver a María Dolores que hasta los colores había perdido desde que él se fue.

Le entregó El Encarguito a miles de inmigrantes que no volvieron a probar unos tamalitos.

Les quitó la preocupación o al menos dio esperanza con una llamada a miles de madres que sus hijos se van indocumentados diciéndoles que solo estaba un poco acatarrado, también abrió los ojos diciendo que nada era como se lo habían pintado.

Las mejores bailadas que he dado en mi vida ha sido con Por esa Negra, solo lo pienso y me pican los pies estoy segura que a ustedes les pasa lo mismo.

Qué más puede pedir este pobre marinero, que no se quiere ir porque, el corazón entero lo tiene en esta playa y lo llama una mujer diciéndole no te vayas ven y déjate querer, con este párrafo podemos ver lo afortunados que somos al nacer en Honduras.

Le demostraste al mundo que nuestro país tú Honduras y mi Honduras enamora a cualquiera porque lo tenemos todo

A cuidar nuestra flora y fauna porque todo es verde.

En fin tanto que nos diste que con esta descripción me quedo corta.

Y nosotros, tu patria, tu playa, tu Honduras solo te dimos una foto o un post diciéndote “Hasta pronto Guillermo”.

Es imperdonable que no subiéramos fotos cuando estabas en vida diciendo “Grande Marinero” o no poner tu música en las emisoras y canales de televisión, hacerte un homenaje y decirte que eras uno de los hijos que más amaba a su patria.

Nos quedaste grande Guillermo, y no sé ustedes, pero como hija de esta patria estoy en obligación de pedirle disculpas.

Disculpas porque nos quedó grande la camisa y no supimos valorar como se merecía al GRAN MAESTRO, al GRAN MARINERO al que dejo su corazón y alma en tierras catrachas.